Gestión por Resultados
Este sistema de gestión dinámica de administración por objetivos es una nueva manera de administrar recursos, que trata de mejorar la eficacia de una organización a través de una mayor responsabilidad e involucramiento del colaborador en sus propias tareas, buscando integrar los objetivos de crecimiento y beneficio con la necesidad de desarrollo, no sólo de la gerencia, también de cada una de las unidades y áreas de la organización. La gestión por resultados es parte de un plan estratégico, preciso y bien definido que conduce a resultados realistas y posibles de alcanzar en un determinado periodo de tiempo. A partir de este plan, se definen objetivos generales, se estructuran responsabilidades y se definen objetivos para cada área y para cada colaborador, considerando que estos sean específicos, medibles, factibles, realistas y deban tener un plazo de ejecución.
La principal ventaja de implementar un sistema de gestión por resultados, es la garantía de planificación, organización y control de la gestión, de la cual es más consciente al colaborador acerca de su gestión.
La gestión por resultados funciona a través de una serie de objetivos, principios, estrategias, herramientas, procesos y actividades que garantizan la eficiencia, productividad, eficacia y transparencia en el uso de los recursos y presupuestos, lo cual implica la simplificación y mejora de procesos, informatización de procedimientos e implementación de mecanismos de control, indicadores, metas y responsabilidades.
Este modelo eficiente propone la administración de recursos centrado en el cumplimiento de acciones estratégicas en un período de tiempo determinado. De esta forma, podremos gestionar y evaluar la acción de las otras unidades de negocio en función de su desempeño, ordenando y focalizando las prioridades dentro de una organización, identificando y jerarquizando procesos, productos, servicios y beneficios, como parte de una metodología.
La planificación estratégica sobre el cual se desarrolla un modelo de gestión por resultados permite elaborar acciones estratégicas y resultados. La implantación de un sistema de evaluación generalmente requiere una adecuación de los procesos internos, detectando inconsistencias entre los objetivos y su operación diaria. Como consecuencia, es necesario revisar procedimientos, rutinas operativas e instancias de coordinación entre distintas áreas de una organización. Esta reingeniería de procesos, es la base sobre la cual descansa la implantación del modelo de gestión.
La reingeniería permite introducir cambios en las prácticas de trabajo a partir del análisis de los procedimientos y rediseños que involucren mejoras de eficiencia.