Parece difícil creer que desde casa se puede mejorar el rendimiento y la productividad del trabajo de un equipo. Aunque no lo crea, este es el motivo por el que las empresas apelan al trabajo remoto, al menos una vez a la semana. El aumento de esta tendencia, ha obligado a los directivos a aprender a gestionar equipos remotos.

 ¿Cómo se puede gestionar un equipo remoto?

Identificar un software que permita gestionar tareas y supervisar los avances a través de interacciones que den trazabilidad a las tareas sería la solución, sin embargo, esto pasa también por hacer un cambio en el estilo de liderazgo para establecer nuevos indicadores de productividad, siendo más eficientes que eficaces.

Antes de abordar el estilo de liderazgo adecuado, sería importante revisar que además de contar con un software, es importante especificar las responsabilidades de cada quien, dar instrucciones claras sobre las tareas a desarrollar y promover la buena comunicación en todos los sentidos.

¿Entonces una ERP o software de gestión de proyectos no lo es todo?

Es cierto, ¡no lo es todo! Una solución informática que tenga mensajería y permita realizar trazabilidad a las tareas asignadas ayudará a que los equipos se mantengan conectados y trabajen de manera coordinada, independientemente del lugar en el que se encuentren. La gestión colaborativa y establecer índices de medición de productividad permitirán centrarse en el rendimiento y cumplimiento de objetivos más que en otros factores; y así maximizar todos los recursos disponibles para desarrollar las tareas.

Las organizaciones han cambiado radicalmente la forma en que evalúan a sus empleados, y para ello se debe reentrenar a los líderes para implementar nuevas metodologías de seguimiento al trabajo. Se están adoptando metodologías que se focalizan en el trabajo en equipo, en donde más que fijarse en los logros individuales del colaborador se centran en evaluar el impacto de este en el trabajo conjunto del equipo.

¿Entonces? olvidamos que hay que tener en cuenta que, si el equipo gana, el colaborador gana; y por ende la empresa también. Un análisis de esta información ayudará a las organizaciones a identificar a los empleados más productivos y llevar a cabo promociones y otras recompensas con ellos, pero no solo se trata de eso, es necesario un cambio en el modelo de liderazgo, los nuevos líderes necesitan tener habilidades diferentes a los de generaciones anteriores, pero la mayoría de las empresas no se han movido lo suficientemente rápido como para desarrollar líderes en entornos digitales. El nuevo líder debe saber construir y dirigir equipos, mantener a la gente conectada, fidelizarla y promover una cultura de innovación, aprendizaje y mejora continua, por lo cual es necesario construir nuevos modelos de liderazgo, ya que el 90% de ellas están rediseñando sus organizaciones con el objetivo de ser más dinámicas y estar más conectadas. Esta es una de las mayores necesidades de las empresas actualmente.